Presentación sobre la estructura de los textos.
La estructura externa e interna de los textos.
Cuestión 1b de la Prueba de acceso a la Universidad en la Comunidad de Madrid.
Presentación PowerPoint de Alfonso Sancho Rodrigo en Apuntes de Lengua, (últimamente desaparecida) adaptada al texto de Luis García Jambrina trabajado en clase.
Fue, sin duda, Jorge Luis Borges uno de los primeros en anticipar, desde la extrema lucidez de su ceguera, la esencia y la existencia de internet. Y lo hizo a través de las hermosas metáforas contenidas en algunos de sus más célebres relatos.
Como ocurre con El Aleph, en cualquier punto de internet están virtualmente presentes todos los puntos del espacio y cualquiera de estos puntos puede ser suma y compendio del mundo y de todas sus circunstancias. Al igual que La Biblioteca de Babel, la Word Wide Web es una esfera cuyo centro está en todas partes y cuya circunferencia en ninguna; de ahí que pueda albergar un número infinito de libros. En cuanto al Libro de arena se llama así porque no tiene principio ni fin, lo mismo que internet, cuyo número de páginas puede ser infinito y ninguna es la primera ni la última.
El jardín de senderos que se bifurcan, por su parte, es la imagen más acabada y sugerente del hipertexto. El propio Borges explica en su relato que ese jardín laberíntico en el que los senderos se bifurcan, sin cesar, es la metáfora de una novela caótica en la que los personajes optan, simultáneamente, por las diversas alternativas que se les presentan de tal forma que todos los desenlaces son posibles, y cada uno es el punto de partida de nuevas bifurcaciones. Ahora bien, todo esto que Borges soñó y ahora se ha visto realizado en la red, puede convertirse en una auténtica pesadilla; de hecho, sus cuentos nos previenen también de los peligros que entraña asomarse al interior de estos fenómenos y del enorme precio que hay que pagar por ello, que no es otro que el de la enajenación y la locura. «Tarumba habrás quedado de tanto curiosear donde no te llaman» le dice Carlos Argentino a Borges después que este haya contemplado El Aleph.
Luis García Jambrina, «Internet y sus metáforas», ABC,18-III-1998.
El texto original de Luis García Jambrina en la Hemeroteca digital del diario ABC.