Crónica de la Segunda Visita de los socios Madrileños a Parma contada por Pilar Salazar Dutrús.

Al día siguiente en “cochecito” el mío un Seat León conducido por Carolina; nos acomodamos y seguimos así los tres días, cada una en su sitio…..Niebla, risas paisajes “preciosos”; llegamos a Fontanellato, la escuela a todas antes de entrar les encantó, a mi me gustó otros detalles, T.G.D., y los demás después me siguieron, las telarañas especiales italianas, las plantas, el rocío…

    Entramos, nos cantaron, nos hicieron un regalito, visita guiada, la integración en general mal llevada a mi gusto, el niño pululaba por ahí, se tomó el café con nosotros…..no estaba con el resto, paredes vacías, poca decoración…amables ,después un powert point y desayuno con pastelitos.

   Intervino Bárbara la madre y nos explicó su trabajo, todo fuera del centro.

    Fontanellato es un pueblo  medieval ,bonito, entrabamos   por una puerta fortificada y nos metíamos en un pueblo de cuentos, casas de colores, silencio, parsimonia, bicicletas por todas partes…y al fondo el castillo esperándonos “el príncipe” y su árbol símbolo de la ciudad.
Hubo intervenciones, las comisiones de familia…..en el castillo.

Ana seguía vocalizando y hablando despacio, despacio.
Comimos  en otro lugar, autoservicio y un camarero con uniforme nos servía, canelones, hinojo que no me gustó, pero lo probé, canapés…. comida en general vegetariana, de postre pastelitos y café de máquina pero bueno, me he inflado a tomar cappuchinos. Mar que es vegetariana disfrutó.
Mientras comíamos la mamá se dirigió a Ana se emocionó por su ponencia,se había enterado, y lloró.

Por la tarde al castillo  otra vez, a contar nuestros proyectos, las comisiones de familia, Bárbara la mamá italiana repetió de memoria la intervención de Ana. La aplaudimos.También alguna siestecita.
Para la comisión de evaluación hubo poco tiempo se dijo lo importante, al salir las cinco y media , noche cerrada.
A Loli le hicieron un cometario que por poco Giacomo se muere de risa…..Mónica y yo le seguimos y nos reimos con él.

¡Hala a comprar! Coche para arriba, coche para abajo, queso, pastas,en la tienda  todo muy bonito y muy bien puesto, al outlet de ropa no fuimos,  otra vez a Fontanellato y merienda de rigor,estaban las italianas allí ,¡quizás ellas también se reían de nosotras!

Giacomo nos acompañó a comprar, nos llevaba a todas partes, discreto silencioso .
Para cenar nos volvemos a meter en la zona antigua con su iluminación tenue, con su puerta amurallada y su castillo ,en una de esas callejuelas, el restaurante ,con estampas bíblicas en su interior, había sido un antiguo colegio, su forma era extraña, una puerta en mitad de la pared en lo alto……