La Sociedad Científica Informática de España (SCIE) y la Real Sociedad Matemática Española (RSME) han elaborado un documento conjunto, con el que ambas sociedades tratan de promover una mayor integración en el sistema educativo de estas dos disciplinas esenciales para la actual transformación tecnológica y digital.

La Comunidad de Madrid ha publicado una guía para la organización de actividades de ocio y tiempo libre durante la COVID-19. Se trata de un documento que establece las pautas para la organización de actividades de ocio y tiempo libre en la región. La situación de pandemia ha determinado, como en muchos otros sectores, la suspensión de la realización de actividades de educación en el tiempo libre dirigidas a niños, jóvenes y adolescentes.

A pesar de los notables avances realizados en las últimas décadas, la educación no está disponible universalmente y las desigualdades de género están generalizadas, a menudo en detrimento de las niñas. Factores culturales y socioeconómicos complejos e interrelacionados afectan no solo las oportunidades de las niñas para asistir a la escuela, sino también la calidad de la educación que recibirán, los estudios que podrán seguir y, en última instancia, sus carreras y trayectorias de vida. Una de las grandes preocupaciones a nivel mundial es la baja participación y el rendimiento de las niñas en las disciplinas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).

¿Por qué enseñar la astronomía? ¿Para qué difundirla en nuestra sociedad? Sencillamente por qué en el universo se encuentran nuestras raíces más esenciales. La mayoría de las antiguas civilizaciones establecieron unos vínculos muy fuertes con el cielo. El movimiento de los cuerpos celestes dictaba buena parte de las actividades esenciales de las poblaciones como la preparación para las siembras y cosechas. La astronomía, a menudo estrechamente enlazada con las matemáticas, la filosofía, y el arte, era una de las principales disciplinas a las que los sabios dedicaban su tiempo.

Recoge el estudio realizado en relación con la participación de las familias en el proceso educativo de los hijos e hijas, en el que se incluye la percepción que sobre ella tienen familias y alumnado en los centros educativos en el cuarto trimestre de 2018.