Nuestros tomates ya son demasiado grandes y fuertes para el semillero y están listos para hacer el "repicado", es decir, para cambiarles a una maceta más grande. Tenemos que tener cuidado e intentar traspasarlos con toda la tierra original posible, para no hacerle daño a las raíces.

Después de una semana, empiezan a salir los primeros brotes de los tomates. Todavía seguimos regándolos con cuidado y observamos cómo crecen.

¡Comenzamos nuestro huerto!

Primera tarea: plantar las semillas de los tomates y las fresas.

Hemos rellenado nuestros semilleros con tierra especial para ello y hemos puesto las semillas. Lo más difícil, poner pocas semillas en cada maceta, son tan pequeñas que nos cuesta coger sólo una, así que las mezclamos con tierra y echamos los puñados más pequeños que podemos. Cruzamos los dedos y a esperar pacientemente, sin olvidarnos de regar.