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Visor

CEIP San Ildefonso. Cuando tu aula es Wonderland

Revista Digital EducaMadrid

Fecha de publicación: 9 de diciembre de 2022

Resumen

Este artículo resume la experiencia del montaje de una obra de teatro en inglés con un grupo de escolares de 2º de Primaria en un colegio público de Madrid. Se explican los pasos dados, junto con las impresiones y emociones que surgieron. El objetivo del proyecto era, por un lado, destacar la importancia de proporcionar al alumnado vivencias como ésta; y por otro, animar a otros docentes a emprender una aventura que espero les apasione tanto como a mí.

Experiencias

Nivel: Educación Primaria

Autores

Cristina Díez Arcal 

CEIP San Ildefonso (Madrid)

Imagen 1: 22 de abril, día del estreno

1. CONTEXTO

Antecedentes y justificación

Como maestra especialista de Inglés, siempre he introducido pequeños fragmentos teatrales con canciones, historias, marionetas como juego, pero también como forma de comunicación que integra diferentes inteligencias y resulta lúdica para el alumnado. Los niños se sienten atrapados automáticamente cuando hay teatro de por medio. No sólo es algo que les emociona, es que es algo natural en ellos, forma parte de su lenguaje jugar a ser otro, jugar a vivir aventuras…. Así que ofrecerles esta oportunidad como parte del área de inglés, es darle alas a su imaginación y, al mismo tiempo, aprender de otra manera.

Tal y como apunta Patrice Baldwin: “el arte dramático como medio educativo usa y desarrolla todas las inteligencias de las que habla Gardner de manera integrada, ofreciendo un acceso multisensorial a alumnos con distintas preferencias educativas” (75:2014).

Teniendo presentes todas las ventajas didácticas del arte dramático, y tras montar un par de obras de manera informal, el curso 2020/21 participé por primera vez en el Certamen de Teatro Escolar de la Comunidad de Madrid junto con mi compañera Dafne Martínez. Obtuvimos el I Premio y el Premio a la Mejor Dirección con “The lonely firefly”, una adaptación del cuento de Eric Carle, con los alumnos de 2º de Primaria del CEIP San Ildefonso.

Aunque haber ganado puso el listón muy alto de partida, el galardón y las experiencias positivas anteriores me provocaron ganas de más teatro y mayores expectativas de cara a la siguiente obra sobre la que trata este artículo: “Alice in Wonderland”.

Objetivos generales

Montar una obra de teatro en inglés con niños tan pequeños requiere un gran esfuerzo, pero compensa por todos los beneficios que les aporta. Los objetivos principales son:

  • Profundizar en el aprendizaje de una lengua extranjera desde una perspectiva práctica y creativa. Dentro de este primer objetivo, hay algunos más concretos:

- Mejora de la pronunciación y entonación.

- Mejora de la comprensión lectora.

- Mejora de la interacción comunicativa.

- Fomento lector de una obra de un autor inglés.

  • Crear de espíritu de equipo y de búsqueda de consensos por el bien común.
  • Fomentar la escucha activa y aportación de ideas para la resolución de problemas.

Contenidos curriculares

Uno de los objetivos de etapa de la Educación Primaria es adquirir en, al menos una lengua extranjera, la competencia comunicativa básica que permita a los alumnos expresar y comprender mensajes sencillos y desenvolverse en situaciones cotidianas. Representar una obra de teatro recoge este fin y lo lleva más allá de una forma globalizada.

El decreto del currículo de Educación Primaria en Madrid recoge además, dentro de sus orientaciones metodológicas, que “el Teatro en Inglés y algunas otras actividades en grupo favorecen el aprendizaje de esta lengua. Las representaciones teatrales, además de ser estimulantes, contribuyen a ampliar el vocabulario y a mejorar la pronunciación y la entonación”.

Los contenidos curriculares establecidos para el área de Inglés se distribuyen en cuatro bloques: comprensión oral, expresión oral, comprensión lectora y expresión escrita, además un bloque sobre cultura inglesa. Todos ellos quedan integrados de una forma real y cotidiana cobrando más sentido a través de la obra de teatro.

2. DESARROLLO DE LA EXPERIENCIA

“Alicia en el País de las Maravillas”, en concreto, “Alice in Wonderland” fue estrenada el 22 de abril (casi Día del Libro) en el salón de actos del Colegio San Ildefonso de Madrid, representada íntegramente en inglés por 21 niños de 2º de Primaria.

Imagen 2: 6 de noviembre, día en el que supieron la noticia

Organización, temporalización y metodología

“¡Es jueves, toca teatro!”, ha sido el lema de este curso. Ese día brillaban los ojos de manera especial, hasta se atropellaban en la puerta para recordármelo (como si no lo tuviera yo presente…). La temporalización de este proyecto abarcó siete meses de curso: desde el 6 de noviembre hasta el 12 de mayo, en una sesión semanal del área de Inglés.

La metodología empleada se ha basado en la oralidad necesaria para que los escolares pudieran comprender las instrucciones que irían dando forma a la obra con el montaje de diálogos y escenas. Esto se complementó con el trabajo previo escrito sobre el guion.

Las actividades principales llevadas a cabo a lo largo de esos meses fueron:

  • Visualización: mejorar la comprensión de la obra que se iba a escenificar mediante las imágenes de la película y las lecturas de las diferentes versiones escritas.
  • Tormenta de ideas: compartir ideas sobre las necesidades de la obra para estimular el pensamiento, la creatividad y la resolución de problemas.
  • Tarea de alfabetización dramática: ayudar a los alumnos a situarse en el contexto teatral, a imaginar las escenas y a entender el personaje y la experiencia sensorial relacionada con la puesta en escena.
  • Trabajo sobre la voz: vocalización, manejo del tono y la expresividad para dar vida al personaje.
  • Montaje de escenarios sincronizado con la propia representación: organización y reparto de responsabilidades.
  • Coreografía o secuencia de movimientos para incorporar gestualidad y expresividad al personaje.

Recursos empleados

Los recursos humanos fueron la maestra especialista de inglés y tutora del grupo, la auxiliar de conversación y la estudiante en prácticas. Los ensayos se llevaron a cabo en el salón de actos, aunque también se empleó, además del aula, la biblioteca.

Como recursos materiales se contó con la pizarra digital para proyectar la película de Disney, las diferentes versiones de “Alicia en el País de las Maravillas”, aportadas por el centro y las familias, los guiones impresos para cada niño y el material de escenografía consistente en un croma. Esta estructura permitió que los niños manejaran solos los decorados pegando objetos de fieltro y también favoreció que los personajes pudieran moverse por delante y por detrás para los “efectos especiales”: hacer crecer y encoger a Alicia; y aparecer y desaparecer al gato.

Los padres también formaron parte de los recursos con que contamos ya que se encargaron de realizar los decorados empleando telas y planchas de fieltrina. Para ello se reunieron, organizaron en grupo, repartieron tareas y material, compartieron diseños, ayudaron a confeccionar el vestuario, y lo mejor de todo es que fueron nuestros “cómplices” compartiendo nervios, ilusión, ideas…

Todos los niños tenían dos funciones: la de actor y la de ayudante de decorado. La idea del vestuario era que no fuera complejo ni costoso, así que constaba de camiseta y mallas de un solo color que quedaban neutros cuando entraban a poner decorados, y que servían de base en función de su personaje, cuando se añadían algunos complementos. Se trataba de buscar la simplicidad y funcionalidad, pero dando mucho color y tratando de mantener el imaginario Disney.

Varias madres dejaron patente su dominio de la tela y la aguja, y su imaginación al servicio de la obra. Todos los alumnos tenían que ser, y lo fueron, autónomos a la hora de vestirse. Para tenerlo todo ordenado, el vestuario estaba clasificado en cajas con el nombre de cada uno, al igual que los elementos de las diferentes escenas.

Diario de la obra: actividades en torno a Alicia

Puesto que esta experiencia requiere un gran esfuerzo docente, uno de mis “privilegios” es poder elegir la obra y, tras haber sido su tutora el curso anterior, este año ya pensaba en ellos para hacer “Alicia en el País de las Maravillas”. Aproveché el tema para decorar el comienzo de clase en septiembre con un cartel que decía: Welcome to Wonderland! También adorné mesas y percheros con motivos de la obra de Lewis Carroll. Vimos la película de Disney e iniciamos una colección de versiones de Alicia que nos ha acompañado durante todo el curso.

Así creé un caldo de cultivo motivador hasta darles la gran sorpresa en noviembre de que representaríamos “Alice in Wonderland”. Ese mes realizamos el casting, firmaron su contracto de actores y actrices, comenzamos a estudiar el guion con ayuda de la auxiliar de conversación, Hanna Fortier, y elaboramos una lista de escenarios y necesidades de decorado.

El 13 de enero realizamos nuestro primer estreno en el salón de actos, el que iba a ser nuestro espacio natural durante meses. Fue un día muy interesante por el clima de respeto y colaboración que se estableció. Los actores de esas escenas vencieron el miedo escénico y dieron lo mejor de sí. El resto de compañeros hizo de público y ofrecieron propuestas para mejorar la obra como elevar el tono de voz o hacer más gestos. Se lo tomaron muy en serio. Esto me reafirma en la idea de lo natural que es para ellos hacer teatro.

El teatro es algo muy vivo y el colegio, también. Por eso, lo más normal que nos podía pasar es que en febrero nos llegara una alumna nueva y, antes de preguntar dónde se iba a sentar en clase, la pregunta fuera: “¿y qué papel le damos?”. Incluso cuando salíamos de excursión íbamos pregonando, a quien nos quisiera escuchar, que éramos actores y actrices… Se nos daba bien soportar el peso de la fama.

En ocasiones andaba preocupada por si la obra era demasiado exigente con niños pequeños, si tenían demasiado texto…, pero ellos siempre han superado todas mis expectativas con esta obra.

Imagen 3: 3 de febrero, ensayando solo con guiones

Para esas fechas ya se había incorporado además nuestra alumna en prácticas, Lucía Romano. Desde el principio se metió de lleno en nuestra locura y jugó un papel esencial como técnico de sonido y mil tareas más por las que siempre le estaré agradecida.

A partir de marzo la obra empezó a fluir. Los alumnos más avanzados ya habían interiorizado el guion, podíamos dedicarnos a incorporar los decorados.

Imagen 4: 24 de marzo, Alicia crece y encoge con “efectos especiales”

Antes de Semana Santa todo tenía que estar listo, las últimas sesiones sirvieron para hacer un par de ensayos a diario, revisar, retocar, anotar problemillas que seguían surgiendo (elevar el tono de voz en el escenario, reducirlo en bambalinas, entrar a tiempo, saberse el guion, gestualizar…). A las vacaciones se llevaron el guion y la amenaza de quedarse sin patio si no se lo sabían a la vuelta, que aún quedaba algún rebelde, o inconsciente, y no estábamos para bromas…

El regreso fue de vértigo. Estrenábamos esa misma semana y supimos entonces que podrían asistir las familias, por lo que preparamos entradas, cartel, “flyers”, la exposición de libros…

La víspera grabamos el preestreno. Les recordé la importancia de esa función, puesto que sería para abuelos, tíos, primos y demás familia que no tendrían la oportunidad de vernos en directo. Los niños comprendieron automáticamente la repercusión que tendría y consiguieron mirar a la cámara y elevar el tono de voz. ¡El poder que tienen los abuelos no lo tiene nadie!

Y así llegó el 22 de abril…

Imagen 5: Ejercicios de calentamiento, a minutos del estreno

La hora previa al estreno la dedicamos a hablar en círculo de la experiencia de montar la obra de teatro, también de los nervios de última hora que yo insistía en que se habían quedado pegados al pijama (a los de ellos y al mío), hablamos de la experiencia tan bonita que estábamos viviendo con la obra, de la felicidad de que vinieran los papás y mamás... Hicimos ejercicios de vocalización y relajación y nos cambiamos ayudándonos unos a otros. ¡Habíamos esperado tanto que llegara este día!

Evidentemente grabamos la representación, pero hay momentos que no registra el vídeo, y es el entusiasmo y la cara de orgullo de todos los implicados, especialmente esos padres que movieron cielo y tierra para no perderse el estreno y también la de aquellos que no pudieron, pero disfrutaron como nadie del vídeo. Hay que recordar además que ese día vinieron los dos miembros del jurado del Certamen a ver la obra.

Situada en el espacio entre tramoya y escenario, vi pasar a estos niños que parecían duendecillos entrando en su papel y en su función con una naturalidad que a mí me dejó admirada. Todos se crecieron en el escenario y dieron lo mejor de sí. Me parecían tan grandes en aquellos momentos y tan pequeños disfrutando de las chuches de premio al acabar la función...

Al acabar aquellos 24 minutos tan cortos y tan intensos, llegó el turno de los aplausos que no terminaban nunca: satisfacción entre las familias, alegría entre los niños, el orgullo de un proyecto que no pudo salir mejor… Comenzó entonces una fiesta preciosa con fotos usando el decorado de “photocall”, sonrisas, comentarios cariñosos hacia la obra, agradecimientos y niños corriendo de un lado para otro, vestidos de conejos, reinas, naipes… Definitivamente estuvimos en el País de las Maravillas.

3. EVALUACIÓN Y CONCLUSIONES

Todos los objetivos marcados se cumplieron con creces. Desde el principio del curso hasta abril, que es cuando se representó la obra, el avance en Inglés de los alumnos es incuestionable. Hay que tener en cuenta que se acostumbraron a manejar con soltura un guion de 12 páginas escrito íntegramente en inglés del que nunca tuvieron una traducción. Mejoró su pronunciación, su memoria, su capacidad de interactuar con el otro en un segundo idioma y también su comprensión de las instrucciones que recibían.

Además de los fines lingüísticos, los alumnos mejoraron su capacidad de organización, de escucha activa, aumentaron su participación, mejoró el clima de aula y aprendieron a consensuar propuestas y decisiones.

También mejoraron su capacidad gestual, aún a pesar de los ensayos y el estreno con mascarilla. Trabajamos la vocalización, la gestualización, la oralidad, la expresión corporal. Una experiencia comunicativa completa.

Imagen 6: Dibujos de Zoa, Kima, Sofía, Eva y Gonzalo en sus redacciones

Toda actividad docente conlleva una evaluación, también autoevaluación y coevaluación, y la obra no podía ser menos. La evaluación estuvo presente desde sus inicios, cuando pedí a los alumnos que realizaran “feedback” de mejora a los que estaban representando sus escenas. Esto lo hicimos en varias ocasiones y ayudó mucho a crear un espíritu de equipo.

Después también se autoevaluaron en las semanas previas al estreno cuando aún nos salían problemas, que apuntábamos en la pizarra e íbamos tachando a medida que los superábamos. Esto les hizo ganar mucha seguridad en sí mismos y en su capacidad de superar cualquier obstáculo, algo que espero que les quede.

La auxiliar lingüística, la estudiante en prácticas y yo misma realizamos algunos “controles de calidad” cuando representaron las obras para nosotras, anotando todo lo que se nos había escapado hasta el momento.

La participación en el teatro también ha sido tenida en cuenta para su calificación en el área de Inglés en el último trimestre del curso. He valorado su implicación, su esfuerzo, su progreso lingüístico o su trabajo en equipo.

El día del estreno presentamos a las familias un mural con pósits para que nos pusieran sus impresiones o comentarios. ¡Ni qué decir tiene que fueron extraordinariamente positivos! Ese mismo día, cuando ya estábamos más serenos, hicimos una nueva asamblea en la biblioteca (donde todo empezó) para leer sus comentarios y añadir los nuestros.

La obra no se quedó solo en el estreno. Hicimos cuatro representaciones más para todos los grupos del colegio. Desde los de tres años hasta los mayores de sexto de Primaria vinieron a vernos y sus caras de emoción eran las mismas. Los niños de 4 y 5 años quisieron entrevistar a los actores para conseguir averiguar algunos de nuestros “secretos”.

Finalmente, un mes después de reponernos de tantas emociones y para ver qué poso había quedado en ellos, les propuse una redacción sobre que lo que ha significado Alicia para ellos.

La mayoría recuerdan la firma de su contrato profesional, las escenas más divertidas, las pruebas de vestuario, la primera vez que actuaron, intentar vestirse en dos minutos, la presencia de los padres y los nervios.

Eva, que representó a la puerta, escribe: “Recuerdo los ensayos porque los hicimos muchas veces y veía a los niños y niñas actuar, y cada vez lo hacían mejor. Me sentía genial. Estaba deseando que llegara el gran día para hacer la obra de teatro. Ese día estaba nerviosa, pero al final no era para tanto. Creo que salió bien porque mejor no lo podíamos hacer y creo que a todo el mundo le gustó”.

Eva tiene razón: mejor no lo pudimos hacer. El 16 de junio se fallaron los premios del XXIX Certamen de Teatro Escolar de la Comunidad de Madrid. Obtuvimos el III Premio en la modalidad de teatro bilingüe en Primaria. En realidad ganamos desde el primer día que nos colamos en nuestro País de las Maravillas.

BIBLIOGRAFÍA

  • Baldwin, Patrice (2014). El arte dramático aplicado a la educación. Aprendizaje real en mundos imaginarios. Madrid. Ediciones Morata.

 

 

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Fecha de publicación: 9 de diciembre de 2022