La música, además de ser un lenguaje universal y un medio de comunicación, tiene efectos beneficiosos sobre el cerebro humano y, por tanto, sobre la salud.

Ya desde tiempos de los griegos, la música era una de las materias de estudio obligado. junto con las Matemáticas y la Astronomía. Se consideraba que la música proporcionaba un orden mental y un equilibrio emocional que los estudios actuales corroboran y demuestran mediante diversas pruebas científicas.

Como dice el Dr. Koelsch, neurocientífico, el ser humano puede percibir los sonidos ya desde el vientre materno. El oído es el primer órgano sensorial que se desarrolla y un bebé es capaz de distinguir las voces de sus padres, así como los sonidos musicales. A través de la música se pueden transmitir todo tipo de emociones: alegría, tristeza, angustia, miedo, etc.

Prácticamente, todos los estudios sobre la música coinciden en los beneficios que el estudio de esta materia tienen sobre el ser humano: favorece las relaciones personales, llega a todas las partes del cerebro y desarrolla los dos hemisferios cerebrales, refuerza el sistema inmunológico e incluso puede curar, facilita el desarrollo de la psicomotricidad, mejora el rendimiento académico en general, contribuye a mejorar la inteligencia espacial, sirve para desarrollar la memoria, el recuerdo y la comprensión en general.